martes, 24 de julio de 2012

Mi bolita mágica

.... y acabó pasando.

El 10 de Enero publiqué una entrada en la que comentaba por qué los mercados no reaccionaban a los ajustes. Por qué si los ajustes son exigidos por los mercados no reaccionan favorablemente. Resumidamente decía que el mercado no quiere ajustes, quiere reformas. El inversor no quiere mínimas pérdidas, quiere máximos beneficios. Quiere planes de crecimiento. El 19 de Enero, después de que la UE anunciara un plan de crecimiento para toda la Zona Euro, publiqué una entrada titulada "La profecía", donde reforzaba la idea anterior y comentaba mi creencia: si el plan era una apuesta seria y formal, el fin de la crisis estaría más cerca.

Han pasado ya 6 meses y en España nada se sabe de aquel plan de crecimiento. Cada semana, nos encontramos con nuevos ajustes: subida de impuestos, recortes salariales, menores prestaciones por desempleo, eliminación de la ayuda a la compra de vivienda, etc. pero los mercados siguen sin responder. Todo lo contrario, cada vez confían menos en el gobierno y su capacidad solucionar el problema. Cada vez el diferencial con el bono alemán es mayor y sus subidas más pronunciadas. ¿Nadie ha pensado que quizá quieren planes crecimiento y que con las cada vez más drásticas medidas de ajuste tan solo estamos ahogando el tejido económico-financiero del país?. Mientras no acertamos con la tecla, la situación se agrava, el consumo cae, el paro aumenta y miles de familias se desesperan.


Grafico España
       Evolución Prima de Riesgo Española año 2012
       Fuente: www.eleconomista.es


En el lado opuesto al caso español está Francia. En Mayo, Francoise Hollande se convirtió en presidente del gobierno francés y después de anunciar un plan de medidas de crecimiento -opuestas a las adoptadas por España-, su prima de riesgo no ha parado de descender hasta situarse en los 100 puntos básicos a los que cotizan hoy. 

Hollande ha endurecido la presión fiscal a las grandes rentas, pagarán un 75% más de impuestos siempre, y  grandes empresas, ha reducido el gasto público recortado el número de coches oficiales, el sueldo de funcionarios y políticos, ha reducido el IVA de libros y espectáculos, fomenta los créditos blandos a empresas que produzcan bienes, aumenta la inversión en educación pública y  las ayudas sociales. Y de momento, a falta de ver si finalmente se materializan y cómo se materializan estas medidas, los mercados responden.

La razón y la realidad nos invita, al menos, a replantearnos las cosas.

miércoles, 11 de julio de 2012

Yo quiero votar en Alemania

Hoy nos han vuelto a bajar el sueldo a todos los españoles subiendo el IVA, hoy ha vuelto a reducir nuestro poder adquisitivo, hoy se les han recortado más derechos a los parados a través del recorte de la prestación de desempleo, hoy se les elimina la paga de navidad a los funcionarios, hoy se ha aprobado un nuevo paquete con más medidas restrictivas y en resumen, hoy hemos vuelto a hacer lo que la UE quería que hiciéramos, o más concretamente, Alemania.


No es nuevo, no es la primera vez se nos "recomiendan" medidas, con Zapatero incluso cambiamos de un día para otro la Constitución para limitar así la deuda pública. Por eso, llegados a este punto me pregunto, ¿de qué sirve votar en España si quien decide es Alemania?. No me interesa votar a alguien que ni pinche ni corte en su propio país. Si esto es una democracia, quiero elegir a quien toma las decisiones que me afectan, y si las decisiones las toma Alemania, quiero votar al Canciller. Tengo derecho a ello.

Estoy a favor de la unión, colaboración y cooperación entre países, de estrategias y políticas comunes, en definitiva de remar todos en una misma dirección por un benefio común. Pero no estoy de acuerdo en perder nuestra soberanía. Valdría el símil con una comunidad de vecinos. Lo ideal es la armonía, ayuda y cooperación pero cada uno manda en su casa; porque cada persona, cada familia es un mundo. Cada país de la UE, también. Diferentes culturas, valores, costumbres, poder adquisitivo, economía, industria, problemas, diferente todo. Lo que funciona en un país, no tiene por qué funcionar en otro. Es algo evidente.

A riesgo de ser pesado, nuevamente se ponen parches que no solucionan nada a una situación que exige una solución inmediata. La consecuencia es el ahogo de la economía y las familias que los lleva a un estado depresivo. Parches que habrá que volver a poner. Y que cada vez son más peligrosos ya que la crispación social va en aumento y cada vez hay más gente con menos que perder. Atención a estos.

¿Por qué no somos racionales y tratamos de arreglar ya y de una vez por todas el problema? En un momento como este es tan importante la credibilidad como la capacidad. Credibilidad que perdemos y capacidad puesta en entredicho con tanto parche. Es necesario pensar como reformar lo que tenemos, para que vuelva a ser útil; y si no nos sirve.... cambiémoslo. ¿Qué mejor momento que este?


"Si haces siempre lo mismo, no esperes resultados distintos".
Albert Einstein.