sábado, 7 de enero de 2012

Tu eres tú, y tu camiseta.....

La necesidad de etiquetar(les)

Esta entrada es la otra cara del tema "Yo soy yo, y mi camiseta....", cuando no eres tú el que se etiqueta sino al que etiquetan. El objetivo de estas entradas es expresar a grandes rasgos cómo veo yo a la sociedad en general y considero que son fundamentales para entender algunas de la futuras opiniones sobre distintos temas. Es relevante además por todas las connotaciones y extrapolación que se puede realizar. Es fundamental para entender el comportamiento de las personas. Y sí, efectivamente estoy haciendo lo mismo que critico, "etiquetar" a la sociedad. Pero el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.

Tendemos a etiquetar a todo el mundo. Las etiquetas sirven para conocer a las personas. Si ya de inicio no parece un método muy fiable, menos lo será cuando solo nos dan dos opciones. Las preguntas son directas: ¿PP o PSOE?, ¿Barça o Madrid?, ¿Rolling Stones o Beatles? ¿Coca-Cola o Pepsi?. Todo blanco o negro. No permiten escala de grises. Pero IU, UPyD, o el Partido Animalista tienen votos, El Valencia, Sevilla y Getafe afición, Michael Jackson, Elvis o Queen muchos fans, y el Aquarius o la Fanta se venden muy bien.
Las etiquetas son transversales, están presentes en cualquier ámbito: político (¿votante de IU? comunista), profesional (¿informático? inteligente, sedentario y pasa 19h al día delante del ordenador), greográfico, (¿andaluz? gracioso y vago), ocio (¿lees? un cocoquito). Incluso dentro del propio ámbito, seguimos etiquetando. ¿El Quijote? anticuado, ¿Best Seller? lector por modas, ¿la Biblia? sectario.... Asi podríamos seguir con miles de etiquetas: ¿15-M? perroflauta, ¿bebé de azul? es niño.

Las etiquetas generan prejuicios. El prejuicio, por definición, es injusto. Somos personas, no productos. Con la etiqueta no podemos ver nuestra composición y mucho menos, conocer a cada persona. 

Pero hay una cosa que es bastante peor que etiquetar, y es sentirse cómodo con esa etiqueta. Eso implica que eres igual que el resto, denota falta de personalidad, que no tienes ese algo diferencial que te hace único.Las etiquetas crean masas y las masas son fácilmente manipulables y aborregadas. Crea "Vicentes", ese que va adonde va la gente. Por eso cada vez es más necesaria la gente que en medio del camino se detiene y pregunta si estamos yendo por el camino correcto.

Es más que posible un reproche de la masa ante la pregunta. No nos gustan las opiniones diferentes. El mejor argumento de la masa es "no todos podemos estar equivocados". Ojalá esa persona tenga la personalidad suficiente para decidir por si misma y tomar su propio camino. Solo así sabemos que la tierra es redonda o que el estornudo es una rección física y no porque un espíritu saliendo de nuestra alma. 

La gente que realmente ha aportado algo a la historia tienen un nexo común, han sabido ir contracorriente, se han alejado de las masas y no se han sentido cómodos con ninguna etiqueta, porque su personalidad iba mucho más allá.

Una vez alguien dijo: "Te ríes de mí porque soy diferente. Yo me río de ti porque eres igual a los demás". Debemos ser diferentes.

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